domingo, 1 de marzo de 2009

Maiden Fest en el Foro Sol

7 horas de viaje previo al llamado 'Maiden Fest' valieron la pena. Tráfico, obras viales, congestionamiento, todo ello pareció ínfimo al término del festival cuando me deparaban otras 7 horas de carretera para mi regreso.


3:30, Agora. Ésta banda del autodenominado "metal progresivo mexicano" fue, para mí (que debo admitir desconocía en totalidad a esta banda) una grata sorpresa. Una banda que plasma en cada nota la calidad que en México se produce en éste particular género musical. Fuertes, rápidos y precisos podrían ser sus cualidades principales, pero más que todo lo anterior, sobresale la empatía entre Agora y el público, que pese a ser los teloneros de los teloneros, demostraron desde la primera nota su calidad musical y escénica. Dos aspectos a sobresalir al respecto: la calidad del vocalista, cuya voz varía ligeramente de acuerdo a la canción (cuyo género varia de igual forma en cada canción de la banda, que va desde un dejo de Dream Theater hasta un Children of Bodom); el segundo aspecto, el sonido. Un sonido que sobresalió, ecualización perfecta, una verdadera sorpresa en el escaso metal mexicano, pero que demuestra que de lo bueno, poco. Por fortuna (y lleno de curiosidad) compré dos discos de Agora en las tiendas oficiales previo al evento ("Segundo pasado" y "Zona de silencio"), y aunque en su momento fué una adquisición arriesgada (ya que desconocía su música), terminó siendo una verdadera fortuna. Ahora me puedo autonombrar fanático de Agora, les auguro (y deseo) grandes exitos. Sin lugar a dudas, bien podría formar parte del catálogo de disqueras como Nuclear Blast o Metal Blade, por nombrar algunas.


4:20, Lauren Harris. Desconocía totalmente su música, el único conocimiento que tenía de ella era el hecho de ser hija del bajista de Iron Maiden, Steve Harris. Su concierto fue extraño, un poco debido al poco agrado que la banda asistente al festival tuvo hacia ella y su banda, y también debido al mal sonido que se le presentó, y más después de escuchar el excelente sonido de Agora. Debo admitir que, por momentos, me dió pena ajena ver cómo la gente arrojaba objetos hacia la cantante y su banda, pero bueno, no todos mostramos educación. Su voz es un tanto suave y melódica, no es comparable con grandes voces femeninas en el metal, como Amy Lee de Evanescence, Tanja Tarunen (ex Nightwish), Sharon Del Adel de Within Temptation, o de Floor Jansen, vocalista del ya desaparecido grupo holandes After Forever (banda que me impactó de principio a fin de su corta, pero prolífica carrera). A aquellos cuyo gusto sea más melódico y suave, similar a Melissa Auf der Maur (ex bajista de A Perfect Circle o Hole) en su faceta solista, éste es su tipo de música. El viento perjudicó de forma negativa al sonido de Lauren y su banda, de la cual sobresale Richie Faulkner, estupendo guitarrista que recuerda al desaparecido Randy Rhoads. El disco de Lauren (Calm before the storm) lo adquirí, al igual que los de Agora, en la tienda oficial del evento. Hasta el momento lo he escuchado una sola vez y resulta bastante bueno en su género, y puedo decir sin temor alguno que me agradó. A resaltar, además de su guitarrista, la belleza de Lauren y su gusto por salir al escenario totalmente descalza. Un poco de insultos de ambos lados del escenario no opacaron una presentación que, aunque poco atractiva para el público, si lo fue en lo musical, pese al mal sonido.

5:05, Morbid Angel. El nombre de la legendaria banda death fue ovacionado de principio a fin por los asistentes, quienes no esperaron para comenzar con el slam y levantar a uno que otro sobre la multitud, tan sólo para ser "acompañados" a la salida por los agentes de seguridad. Morbid Angel, pese a no ser de mi particular gusto (ni el death metal), si debo admitir que me gustó. Si bien no comprendo del todo la estructura musical debajo de la velocidad y fuerza de la música death, la personalidad y buen tocar de la banda me atrajo. A sobresalir, la íntima relación que parece existir entre la banda, y en particular su vocalista, David Vincent, y el público; relación que de principio a fin de los 30 minutos que estuvo la banda sobre el escenario se hizo presente.

5:55, Atreyu. La raza metalera hizo público su descontento con la inclusión de este grupo americano en el cartel del festival, y así lo hizo notar, ya que Atreyu tocó tan sólo 21 minutos. Descontento que se hizo presente desde su presentación en Monterrey el pasado 25 de febrero, donde un pseudo aficionado arrojó una moneda al escenario, provocando una herida en el bajista, Marc McKnight. Y el Foro Sol no desentonó, al mostrar pruebas de rechazo hacia la banda desde el momento mismo en que su manta se comenzó a izar. Aún hoy, un día después del concierto, y tras reflexionar sobre las experiencias vividas en la jornada metalera, no logro entender el porqué del rechazo generalizado hacia Atreyu, ya que, seamos honestos, tocó muy bien, pese al mal sonido. La única posible explicación que encuentro es que definitivamente no es el público a la que esta buena banda va dirigida, siendo quizá los "emos" quienes consuman éste particular género de música nombrado muchas veces como "screamo", o bien seguidores del nümetal. Debo aceptar que sus cuatro producciones discográficas forman parte de mi discografía, les tengo un gusto particular (sin ser una de mis bandas favoritas), pero desafortunadamente no es el público para ellos. Quizá hubiera sido un buen momento para demostrar algo de educación, oportunidad que fue desperdiciada por algunos de los asistentes. Muchos, como yo, disfrutamos en silencio de su presentación. A destacar, la potente voz de su vocalista Alex Varkatzas, que nos recuerda a Dez Farara, vocalista y lider de Devil Driver (ex Coal Chamber), al igual que la contraparte melódica, a cargo del baterista Brandon Saller, que conforma la segunda voz y crea una atmósfera similar (valga la comparación un tanto desigual, pero funciona como comparación) con Alice in Chains, quienes creaban hermosas melodías al usar la voz de Layle Staley (ya fallecido) y del guitarrista Jerry Cantrell como segunda voz. Al final el vocalista decidió despedirse a media canción y dejó a sus compañeros que terminaran la canción. Me gustaron, lástima que estuvieron en el festival equivocado, llamada de atención a Ocesa. Dato curioso: al finalizar el concierto, el baterista Brandon Saller arrojó sus baquetas como habitual obsequio hacia la raza, la cual, digamos que de forma irónica, las regresaron al escenario.

6:35, Carcass. La parte más esperada, después de Iron Maiden, de todo el festival, era sin duda alguna ver en vivo a Carcass. El regreso triunfal de una de las bandas más influyentes del metal en los 90's, y que a finales del año pasado se hiciera oficial la reunión de Carcass (salvo el baterista Ken Owen), y que es considerada por muchos (incluido su servidor) como una verdadera banda de culto. La noche cobró vida cuando se comenzó a izar la lona de Carcass. Una de las mayores sorpresas de la noche fue ver que la banda venía con Michael Amott, quien en su página oficial figuraba como en duda de asistir. Jeff Baker, Michael Amott, Bill Steer y Daniel Erlandsson, pese a tocar los reglamentarios 30 minutos de sus predecesores, nos llenaron de metal de la mejor manufactura, y en muchos de nosotros, el deseo por escuchar nuevo material de la poderosa banda. A sobresalir: además de la calidad de la banda, el buen español de Baker lució en la conversación que hubo entre los casi 50 mil asistentes y la banda. El set list fue Buried dreams, Heartwork, This mortal coil, entre algunas otras. Increibles!!!!!

8:00, Iron Maiden. Poco se puede decir de la presentación que Bruce Dickinson, Steve Harris, Nicko McBrian, Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers tuvieron anoche en el Foro Sol. Rememorando su gira de 1985, Life After Death, volvieron a territorio mexicano para recordar los grandes exitos de la banda (al menos los de la década de 1980, y los logrados por el disco de 1992, Fear of the dark). Luces, fuegos pirotécnicos, buena escenografía y la aparición de Eddie y su movimiento mecánico hicieron de esta una noche digna de recordar. El concierto comenzó con las imagenes del video de "Aces high", que junto con la voz de Churchill forman la introducción de tal canción. "Aces high" fue seguida de "Wrathchild", "2 minutes to midnight", "Children of the damned", "Phantom of the Opera", "Wasted years", "The trooper", "Rime of the ancient mariner", "Run to the hills", "Fear of the dark" (mi canción favorita de 'la dama de hierro'), "Hallowed be thy name" y "Iron Maiden" cerraron la primera parte del concierto. Tras un pequeño 'encore', volvieron al escenario con el clamor de los asistentes como fondo para tocar "The number of the best", "The evil that men do" y, para cerrar el impactante show, "Sanctuary". Quizá faltó para muchos que incluyeran "Can I play with madness" o "Afraid to shoot to strangers", aún así, impresionantes. Aquellos que han visto a Maiden en pasados años, habrán notado seguramente que algunos miembros de la banda han perdido cierta vitalidad y movimiento en el escenario, pero no su capacidad musical. Dave Murray y Adrian Smith sufrieron en ese sentido, Steve Harris cumplió en su presencia escénica, siendo Bruce Dickinson y Janick Gers los que demostaron tener una condición física digna de resaltar para la edad de los músicos y la altura de la ciudad de México. A resaltar: hacia el final del show, Bruce Dickinson prometió un nuevo disco de estudio para el siguiente año, además de su regreso triunfal para tocarlo en vivo en suelo mexicano. Con tristeza partirá el Ed Force One bajo el capitán Bruce Dickinson con la esperanza de que, el proximo año, volverá para demostrarnos que el metal está lejos de morir, y que el público mexicano se encuentra en un lugar privilegiado al ser destino obligado de la Bestia.

No me queda más que felicitar a aquellas casi 50 mil almas (me sorprendió que no se llenara el Folo Sol, sin embargo, la crisis económica imperante en el mundo ha golpeado los bolsillos de los mexicanos) que presenciamos historia musical, que cantamos, gritamos y saltamos al ritmo de los riffs de Carcass, Morbid Angel y Iron Maiden. salvo por 5 valientes (o estupidos) que se subieron a la torre de sonido, y al (seguramente drogado) fulano que subió la torre del proyector derecho, el festival corrió con un ambiente ideal, lo cual se demostró en el público asistente: padres acompañando a sus pequeños, familias enteras, parejas, todos unidos al tono que marcaba la dama de hierro. Quizá esta heterogénea comunidad sea el mayor logro de un festival como el de anoche.

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